Hola,
escribo con corazón lleno, cabeza en paz y alma plena. El mejor trio. Hablando de trios:
Hoy se cumplen tres años de que empecé a compartir en redes!!!! Wow. Tres años. Tres vidas. Tres yo´s.
Los últimos tres junios han sucedido cosas increíbles. Cómo portales, como una gran bocanada de aire, como un nuevo ritmo que me invita a bailar de otra forma la vida.
En el 2020, un 11 de junio, — mi numero mágico— abrí mi cuenta de Instagram para compartir mi viaje en el tema de escribir y de sanación. Nunca imagine lo que pasaría. Escribí “el inicio de algo bueno” y eso y más paso. Bueno es una palabra que no le hace justicia a lo que en aquel momento parecía una simple decisión, hoy cambio mi mundo. Me salvó.
Esa es la cosa con los grandes cambios, a veces no son abruptos, a veces es paso a paso, grado a grado, hasta que cambiaste por completo de rumbo, en uno más autentico, en uno que soñaste mucho tiempo sin saber que lo soñabas. Que magia eso de vivir un sueño sin haberlo soñado antes del todo.
En el 2021, un 18 de Junio, me fui a vivir a la playa once meses (si, otro numero mágico) sin dinero y sin un plan, y fue lo mejor que he hecho. Inicie mi negocio y di mi primer taller derretido de calor y de pasión por la vida que estaba apenas creando. Por el yo, que estaba creando.
En el 2022, en Junio me fui a Oaxaca que era uno de mis sueños. Y deje de dar sesiones individuales pues me sentía muy cansado y con miedo de que haría luego. Y di el taller más grande que he dado. Y conocí las bahías, y nade en aguas calmadas, y fui de fiesta hasta las cuatro, baile bajo la lluvia y de mí se enamoro un puertorriqueño que me regalo una champaña jiji
Este año 2023, di mi primer taller presencial con una amiga, rentamos un lugar, compramos flores, nos arreglamos y nos presentamos. Nunca estuve nervioso. Estaba emocionado y en paz. Como si lo hubiera hecho mil veces. Me sentí yo, me sentí siendo quien vine a ser y dando lo que vine a dar.
Nos abrazamos, reímos, lloramos y bailamos. Se sintió cómo atravesar un portal que hace mucho tiempo sabia tenia que atravesar. Pequeños pasos que me harán llegar. Uno no deja de soñar ni de llegar.
No sé a qué se deba esto de los junios. Hay cosas que no son para entender, solo para vivir. No le doy vueltas, solo agradezco. Recuerdo. Y abrazo.
Recuerdo quien era en aquellos días, recuerdo mi primera sesión que di a una persona muerto de miedo. Y recuerdo la primera sesión que llore con mi cliente. Y recuerdo la primera vez que no me pagaron y llore de impotencia. Y recuerdo la primera vez que alguien me mando un regalo a mi casa para agradecerme. Y recuerdo mi primer taller y mis nervios. Y recuerdo mi primera sesión que creí no podría de lo intensa que fue. Y la primera vez que llore de gratitud. Y la primera vez que gane en una semana lo que antes ni en seis meses. Y recordare siempre la primera vez que me presente en vivo y a todo color.
Y me recuerdo en todas esas, y me abrazo. Y me digo gracias. Por ser valiente, por soñar, por mis ganas, por servir, por seguir, por romper mis moldes, por pararme, por los saltos de fe. Y me abrazo en mis lagrimas, en las veces que me quise rendir, o huir, que quise parar todo, en las veces que me sentí un fracasado y que la vida se sentía como demasiado.
Porque si algo he aprendido estos tres años, estos tres junios, es que uno vale y merece lo mismo en el dolor que en el amor, en la subida y en la bajada, en la claridad y en la confusión, en la perdida y en el encuentro, en la carencia y en la abundancia.
Porque aunque si, estoy orgulloso de mí a morir y me reconozco lo logrado, pero mi valor no esta ahí. Valgo lo mismo hoy dando talleres y ayudando a la gente que cuando hacia cafés y roto, lloraba cada dos por tres. Valgo lo mismo en cada Junio. En cada yo.
Tú, vales y mereces lo mismo estes donde estes, vivas lo que vivas, logres lo que logres. Porque ya eres alguien en la vida. Porque ya mereces todo lo que sueñas y puedes hacer lo que sueñas. Y aunque no lo creas, aunque no lo hagas, aunque no te sientas.
Lo unico de lo que me arrepiento en mi vida es haberme esperado a amarme y abrazarme hasta que logre algo que considero “admirable”. Porque cuando más roto estuve, cuando más me necesite, no estuve para mí. Y de haberlo estado, hubiera salido de ahí más rápido.
Esta carta no es para presumirte lo que he hecho, porque nada de eso habla de quién soy. Sí te puedo inspirar a que te pares, te tomes y te avientes hacia tus sueños con todo el corazón, seré feliz. Pero tambien quiero inspirarte y pedirte que te ames, te agradezcas y te abraces en cualquier momento de vida en el que estes. En cualquier Junio en el que estes. Porque te lo debes. Porque amarte y estar ahí para ti, será el primer paso para ir a lo que sueñas. Amarte es el puente entre tu y lo que sueñas.
Y vales lo mismo ántes del puente, cruzándolo y del otro lado. Vales lo mismo si no lo atraviesas, si te quedas a medias o si lo pasas con gloria. Eres valido siempre. Reconocetelo, dítelo, cántatelo, recuérdatelo, respiralo, escríbetelo.
Que eres valido, especial y eres por cursiladas que suene, amor. ¿Qué harás con tanto amor?
espero lo elijas y te lances a ello que la vida es corta como para no hacerlo.
Gracias por leerme y ser parte de este Junio mágico. Te dejo una fotito que me tomaron dando el taller. Imaginemos como si fuera una instantánea y esto una carta de papel.
Love, Abner
Que bonito Abner 🥹