Me he estado cuestionando mucho sobre estas tres. Si son lo mismo, son distintos, son porciones del mismo rostro o son mundos opuestos.
Soy un fiel creyente de la manifestación, un fiel creyente de que yo pinto el lienzo, lo he visto, lo he vivido, lo he enseñado.
Pero
También soy creyente de las otras tres, de que alguien o algo más pinta el lienzo, que no voy solo, lo he visto, he vivido y he enseñado.
Y me he estado preguntando, ¿por qué a algunos tanto y a otros tan poco?, ¿por qué hay quienes la vida les arroja tan poco a sus pies y hay quienes nos deja caer un tsunami entero?, ¿es parte de un plan cósmico?, ¿es parte de algo más grande que no logramos entender?, ¿yo mismo lo elegí antes de venir?, ¿simplemente son las cartas que cada uno saca en este juego?
no tengo idea.
Y me recuerdo una y otra vez que la vida no es este juego de obtener respuestas, sino de abrazar las preguntas. De lanzarnos al misterio. Creo que la gente que más admiro, de la que más amo aprender, es gente que abrazo el misterio. Gente que se dejó ir al vacío, que murieron, revivieron, empezaron cien veces de cero y se dejaron atravesar por lo absurdo de la vida.
Creo que llegó a ser una de esas personas.
¿Que si he abrazado el misterio?, ¿que si he sido atravesado por lo absurdo de existir? Pues… si al contarle mi historia a una psicóloga me dice entre risas los dos “es para que te hubieras aventado de una zanja”
Así que creo que si, formo parte de ese grupo de gente. No creas que lo digo como una especie de grupo selecto VIP. Que si por mi fuera, creo que por días me cambiaría al otro bando. Donde no pasa mucho, donde no piensas tanto, donde no vas tan profundo, donde solo la vida pasa y ya. Donde la historia se desarrolla lineal y con normalidad. Donde es hasta un cliché.
¿Extrañaría mi historia espiral, llena de enredos, profundidades y tsunamis? No lo sé, es todo lo que he conocido. No podría decir. Si un día la vida me cambia de bando, te cuento si extraño o me quedo.
Volviendo al punto: manifestaciones sucediendo y la vida proponiendo. Y yo? Me dejó ir como ola de mar. Me recuerdo cuando vivía en el Caribe y me acostaba sobre el océano y me dejaba ir. Con completa confianza, la gente siempre dice que el mar es peligroso. Yo siempre me sentí protegido. Aún con olas salvajes y fuertes corrientes. Quizá porque nos parecemos. Entre salvajes y enredosos nos entendemos.
Creo que es un trabajo de dos esto de vivir.
Yo manifiesto empezar de nuevo y la vida me dice “ok te pondré de frente todas las piezas de ti que no quieren”
Yo manifiesto crecer y la vida me dice “aquí están todas tus partes que aman achicarse”
Yo manifiesto nuevos vínculos y la vida me dice “Bueno, primero tocará soltar toda esta bola de personas”
Yo manifiesto enamorarme y la vida me dice “aquí está el recuerdo de la vez que hirieron tu cuerpo, ¿estás listo para dejar que alguien se acerque de nuevo?”
he llegado a entender que la vida no es el enemigo, es ese amigo incómodo que te dice lo que nadie más te quiere decir, que te señala lo que nadie quiere señalar, que te confronta y te dice “así es esto, ¿qué harás con esto?”
Y por eso la amo. Y la odio.
Es como si la vida no me dejara ir en automático, siempre lo he dicho. ¿Ves cómo hay gente que solo existe y cocina y va al trabajo y repiten patrones y viven así? Bueno, no soy. No puedo. Es casi biológico. Es como si no estuviera cableado para ello, para estar anestesiado. Cuando he querido, la vida me grita o me avienta una cubeta de agua helada.
Maldita.
“Sería una lástima que alguien tan especial se durmiera” me dijo alguien un día. Abrazo esas palabras. Gracias.
Yo manifiesto, la vida propone y juntos hacemos el plan. Yo pongo el sueño, la vida a veces pone todos los baches y desviaciones que requiero atender para llegar bien. El camino no es como lo imaginé, pero rara vez lo es.
Y eso está bien.
Hermosas palabras Abner!! Me siento muy identificada con todo lo que dices.. muchas veces me hice las mismas preguntas. Las respuestas tampoco las tengo. Lindo leerte siempre!!