Todxs pasamos por crisis, de esos momentos y etapas donde sientes no hay salidas, o donde te rompiste de una forma que no sabias se podía, o donde te sentiste perdido y no sabías ya cual es el destino ni el camino.
Eso fue Agosto para mí, lo sabes si lo leíste por aquí. Lo conté todo, todo lo que viví.
Fue como dejar de ser yo, y creo que fue con intención. Por todo Julio me dedique a expandirme, y por expandirme me refiero a ponerme manos a la obra para ir al siguiente nivel de mi vida. Más y mejor. Lo que sueño en el corazón.
Se me olvidaba que expandirse viene con la palabra irse, toca irse de donde ya te sientes contraído para respirar profundo y permite ocupar el espacio que en verdad eres y tu destino.
Ayer desempacaba una maleta y veía un abrigo que amo, un abrigo enorme que metí en una maleta pequeña a costa de hacerlo bolas, y al sacarlo ver que esa no es su verdadera forma.
Eso paso. Al expandirme toco irme, toco salirme de la maleta, toco tomar otra forma. Y esa forma ya no cabía en muchas maletas en las que me metía, o si cabía, pero ya no estaba dispuesto a seguirme doblando como antes insistía.
Debo decir que no tuve que hacer mucho, muchas de esas maletas ya estaban a punto de reventar, basto con moverme un poco para hacerlas colapsar.
Fue como si al hacer la transición a este nuevo yo, todo lo que se sostenía del anterior se cayo, al irme también deje ir, al moverme hacia adelante deje atrás mucha gente. Al mutar tuve que soltar. No fue doloroso a decir verdad, fue un proceso natural. Así se sentía.
Y si, por un segundo vino la crisis, cambio tanto todo ye me sentí tan sin piso en lo desconocido que me preguntaba: ¿cómo volver a ser yo? si todo lo que me hacia identificarme con mi antiguo yo ya no esta. He ahí el error. La maleta se rompió y sin saber insistía en volver a caber, cuando claramente ya era yo mucho más grade.
Creo que glorificamos el “volver a ser yo”, “me siento yo de nuevo”, creo que la pregunta debería ser “¿cómo hago florecer este nuevo yo?”
Porque no se trata de volver a ser tu. Ese tu ya lo fuiste y por un rato funciono, pero hoy ya no. Porque si atravesaste cambio, es porque la vida te invita a cambiar (duh), no se trata de vivir y salir del otro lado del cambio siendo el mismo. No tiene sentido.
Y si algo he aprendido, es que la vida es constante muerte y renacimiento y mientras mas dispuestos estemos a dejarnos morir, más dispuestos estaremos a dejarnos vivir.
La muerte es sin duda, el aviso más grande de una nueva vida.
Esta carta se trata de decirte que si hoy estas sintiéndote lejano a ti y estas tratando de nadar de regreso a ti, te invito a que lo hagas pero no al mismo sitio de donde te perdiste. O donde te moriste. No pretendas regresar a ti por el camino por el que ya caminaste y te saliste. Es inútil buscar semillas donde ya solo hay cenizas. Es inútil buscar novedad donde ya solo hay cotidianidad. Es inútil buscar un nuevo sentimiento donde solo hay aburrimiento.
Y es inútil decorar la jaula. Jaula decorada no deja de ser jaula.
Deja de buscarte donde ya no estas. Deja de regresar a donde ya la vida lejos te hizo volar. Empieza a buscar. Empieza a crear. Regresa a ti, pero con el saber de que nunca volverás a ser igual y esta bien. Regresa a lo que te regresa a ti con curiosidad, no con intención de ser igual. Cada momento es un regalo único e irrepetible, ahí esta el valor de la vida, que caso hay en privarnos de eso en el afán de querer que siempre sea la misma.
Ironicamente, tu zona comoda es la zona que termina siendo la más incomoda. Irónicamente, lo conocido termina siendo como un desconocido. irónicamente, lo que un día nos da seguridad nos termina por asfixiar.
Es incomodo despedirte de todo lo que era una pieza de tu vida, pero es más incomodo seguir armando el mismo rompecabezas una y otra vez hasta sentir que ya no tienes vida.
Después de Agosto no volví a ser yo. Deje que el fuego del cambio me consumiera y todo quemara, sabiendo que las cenizas serian la tierra que pisaría para un nuevo día. Que del cambio y la metamorfosis nadie se salva en esta vida.
Y si he regresado a mi, pero distinto. No volví a ser el mismo
He regresado a dibujar, pero dibujo con nuevos materiales y nuevas imágenes. He regresado a dar talleres pero con nuevas verdades y nuevas clases, He regresado a cocinar pero nuevas recetas y nuevas ideas. He regresado a escribir pero nuevas letras y nuevas rimas.
He regresado a mi pero no por el mismo camino por el que me fui, sino por un camino que me esta haciendo re-descubrirme y a mi vida. Porque he llegado a la conclusión de que lo peor que me puedo hacer es vivir en una conclusión. “Siempre”, “Nunca”, “no soy”, “soy”
Aunque sea de buena intención, pero todas acaban en limitación.
Regresa a ti, regresa a tu ser, a tu cuerpo, a esa intimidad contigo pero date el permiso de hacerlo por otros caminos, y si puedes, encuentra esa conexión contigo en algo que no sabías te la podía dar. Encuentras nuevas partes de ti cuando exploras sitios que no habías querido ir.
Y si hoy no sabes por dónde regresar, comienza a explorar. También descubrí que irónicamente nos sentimos perdidos aún estando en sitios tan conocidos. De esos que conoces de norte a sur, pero la inercia y lo predecible ya te hizo no ver la luz.
Muere. Revive. Y revive no a la misma vida, sino qué chiste tendría.
Se vida, tan hermosa y tan cambiante, esa es la magia de la vida.
— Love, Abner
Te amo. Gracias, gracias, gracias