No nacemos con orgullo.
No nacemos sabiendo que será de nuestra vida. Que ser nosotros mismos será un reto en este mundo. Los obstáculos que enfrentaremos, y la alegría que encontraremos. Y los corazones rotos que sentiremos. Y cuánto nos romperemos.
No nacemos sabiendo que todo lo que vivimos nos enseña el camino y nos enseña a construir nuestro destino, hacia lo que haremos y quién seremos.
Porque desde antes de dar una bocanada de aire en este mundo nos abran asignado un género, una identidad y una verdad. Nos imponen un destino.
¿Cómo sentiremos orgullo de vivir una verdad ajena? No hay misterio en porque tanta gente se siente todo menos orgullosa de ser.
Todos estamos en la búsqueda de nuestra voz. Ser escuchados. Ser vistos. Ser auténticos. Ser libres.
Entender que aquello que vivimos, que nos rompimos, que sanamos, que superamos, nos da poder y moldea en quién nos convertiremos. Nos regresa al interior para recordar quienes éramos antes de que nos impusieran quienes debíamos de ser.
Los muros no deberían ser construidos, siempre terminan por caerse. La conexión es lo que nos hace humanos, el amor nos hace libres.
El amor es amor, no podemos amar con muros. Los muros caen. El amor se sostiene y crece.
No nacemos con orgullo. Lo construimos. Cuando derribamos muros. Cuando recordamos lo que somos. Y nos atrevemos a vivirnos.
Orgullo en celebrar quienes somos y orgullo en quien venimos a ser desde el inicio a este mundo. El orgullo por todo lo que soy.
Como dijo la gran Frida Kahlo:
“tan absurda y fugaz es nuestro paso por el mundo que solo me quedo tranquila al saber que he sido autentica. Que he sido lo más parecida a mi misma que pude”
Feliz mes del orgullo. No importa si eres de la comunidad o no. Celebra quién eres.
Love, Abner. 🏳️🌈
PS. Te dejo el ultimo cap. de mi podcast profundizando en todo esto.