Micro-valentias
quiero historias y hazañas para contarme, y no oportunidades no tomadas para arrepentirme.
Semana de eclipse, de cambios, de decisiones, de cansancio, honrar nuestro cansancio, de probar cosas nuevas, de agradecer mucho. ¿Tu como estas?, ¿Como te fue esta semana?, ¿alguna historia o anécdota que me quieras contar?, me emocionara leer.
No mande esta carta ayer como suelo hacer, se ha vuelto casi que un ritual para mi, sentarme con mi café frio a escribir y ponerle “enviar”, pero ayer simplemente no me dio la vida, esta semana estuvo movida y mi cabeza no podía estar quieta, pero tampoco tomaba rumbo y forma. Era como estática, ¿te ha pasado?, cuando hay tanto ruido que el ruido se transforma en esta gran masa unificada que no se entiende, solo te aturde. Sigo trabajando eso de aprender a descansar, te contaba en la carta pasada que es algo nuevo para mi el bajar el ritmo, el disfrutar más el paso del tiempo mientras estoy un poco más quieto.
Esta semana todos hablaban el eclipse y me preguntaban al respecto, que si rituales, cartas, conjuros o decretos. ¿qué digo?, ¿qué hago?, ¿qué rezo?, ¿qué canto?
He de confesar que yo no hice ninguna de esas cosas. A veces sí las hago, pero esta vez fue la excepción. Me da la impresión de que en una noche de eclipse todos quieren meter todo de una vez, todo lo que no se ha trabajado, sanado, soltado, manifestado. Y veo la prisa, veo la angustia en los ojos de las personas. Y lo entiendo, este deseo ferviente de que en una sola noche todo pueda ser diferente. Y claro que puede ser, en un segundo todo puede ser, pero a veces el cambio no se ve como creemos que tendría que ser. A veces es algo sutil, comienza silencioso, discreto, y depende de nosotros hacer el resto. A veces quisiéramos que es un decreto y abrir los ojos, todo cayera en nuestras manos. Que en una meditación o visualización, se manifiesto todo lo que anhela el corazón. Y no dudo que eso pueda pasar, pero al menos yo, aun no llegar, aun no abro el mar en dos, o floto por los aires sin preocupación. Así que quiero abrir la conversación a algo diferente, algo que pueda impulsarte.
Deja te cuento primero que esta semana estuvo llena de “micro-valentias”, algo que me gusta llamar a esas pequeñas acciones que tomamos pero que generan un gran cambio, así no logremos mirarlo. Porque si algo sé, es que la vida se crea de adentro hacia afuera, de energía a molécula, de lo micro a lo macro. Y hablamos mucho de saltos cuánticos, de cambiar todo con tan solo pensarlo, pero hoy quiero que hablemos de estas micro-valentias, acciones que hacemos en el día, en un segundo, y que quién sabe, podrían cambiar nuestro mundo. Pero es que sucede que nos han enseñado a solo celebrar lo grande, lo vistoso, lo ostentoso y ignorar el resto.
Pero, ¿donde quedan las pequeñas acciones?, ¿los pequeños pasos?, de esos que a veces suceden en la soledad en tu cuarto. Que nadie ve o percibe, pero solo tú sabes cuanto costo hacer lo que hiciste. Esta semana como te contaba estuvo llena de ellas y te las platico, porque yo también he sido víctima de creer que solo grande es aplaudible, que solo la cima es increíble, pero hoy quiero que hablemos (y celebremos) el camino, la senda, la ruta, no el destino, de ese hablaremos en otra carta y escrito.
Esta semana decidí pagarle más a la persona que me ayuda con todo mi trabajo, que claro que me asusta, claro que intimida, pero también me impulsa a más de mí, para dar más a quienes confían en mi. Y se que esto en mi futuro crea cosas que aun no puedo imaginar. También pague un par de cursos que quería tomar, que costaron más de lo antes habría podido pagar. Y no es el dinero lo que me pesa o asusta, sino lo que hay detrás, lo que van a crear, los cambios que van a pasar, las puertas que tengo que atravesar. También me abrí a escribir sobre ciertos temas que jamas había hablado en voz alta, pero los plasme en papel y tinta, porque me sentí listo para dejarlos ir de mi vida. Y hacer espacio para lo que yo decida.
Y así podría enumerar muchas más, y no solo de esta semana, también hacia atrás. Estas valentías que sin saberlo en su momento pero crearon un nuevo destino en mi tiempo. Que en su momento parecían inútiles y estupidas, pero cuando menos lo esperaba me llevaron a lo que más soñaba. Porque todas esas hojas escritas, aquella primera vez que vencí el miedo a subir una historia a Instagram, o la primera vez que guié una meditación, me han traido a donde estoy. Aquellas valentías que parecían pequeñas e insignificantes, pero las seguí haciendo intencionalmente porque algo me decía que no me detuviera.
Y estas valentías no solo traen recompensas externas, también internas. Pues conforme mas valiente estas dispuesto a ser, mas comienzas a creer, en ti, en la vida, en que de algúna forma estas sostenido, no porque haya escrito un destino, pero quizá si haya un destino dentro de cada uno de nosotros. Nada especifico, pero sí muy mágico y expansivo. Conforme más de estas micro-valentias logras el destino más se acomoda, todo se pone a trabajar, porque tu ya has hecho el primer paso que es empezar. Obvio, ¿no?, pero a veces ni eso hacemos. No empezamos. Porque el miedo y las historias mentales ya tomaron control.
He aqui otra de mis etimologías:
Empezar + confiamos = empezamos.
Empezamos porque confiamos y confiamos porque empezamos. Porque una vez que lo haces ya no te detienes, y sabes que con lo que sea que venga puedes. En tu vida, en tus proyectos creativos, en decirle a alguien lo que sientes, en ir a terapia para sanar, en tomar ese curso para aprender y crecer.
Cuando empiezas toca confiar en que todo lo que estas haciendo esta abriendo puertas que aun no logras mirar.Y cuando esas puertas llegan y ya confías, toca otra vez empezar, a nuevas puertas y sendas. Porque siempre podremos ser más valientes para llegar a nuevos lugares. Porque esa es la vida, nadie sale ileso. Y esta bien. Creo que es más peligroso salir de ella ileso que sin ninguna cicatriz e historia para contar. Porque quiero ser más valiente cada vez, desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde aquella vez que fui a terapia por primera vez, o cuando me anime a cuestionar, hasta la vez que me mude al otro lado del país con tres pesos y sin ahorrar.
Y cada vez quiero ser más valiente, saltar más muros y caminar nuevos caminos. Porque quiero conocerme muchas veces, y si es necesario, perder el piso unas cuantas veces. Porque quiero muchas primeras veces, porque quiero historias y hazañas para contarme, y no oportunidades no tomadas para arrepentirme.
Que este fin de semana, celebremos nuestras micro-valentias, porque es la suma de estas las que crean magia. Las que nos acercan a quien queremos ser. No todo tiene que ser de la noche a la mañana, en un abrir y cerrar de ojos, porque es el proceso donemos forjamos, donde nos llenamos y aprendemos, y así llegar al destino de la mejor versión que podríamos ser de nosotros. No todo tiene que ser enorme, porque al final toda una vida se compone de cachitos, años a meses y meses a semanas y semanas a días y días a minutos y minutos a segundos. Y a lo que te atrevas en el próximo minuto, puede cambiar tu vida.
Y si no has hecho ninguna en este tiempo, que te animes, a ponerte esa ropa que no te pones, a hablarle a esa persona, a ir a ese curso, a empezar ese hobby, porque nunca sabes, podrías estar dando el primer paso al camino de tus sueños. Y es un gran camino, pero todo gran camino inicia con un primer paso.
Esta semana ha estado llena de micro-valentias, que me preparan para mi próxima gran valentia: mudarme de país y ciudad. Ya les contaré el nuevo destino, pues les escribiré desde donde sea que este. Hasta ahora estas cartas han estado en Mexico, Queretaro, Madrid, Cancun y Oaxaca. Me emociona imaginar donde más.
¿Que micro-valentia tendras?, ¿alguna que nos quieras compartir?
Love, Abner
Foto del cielo de ayer desde mi ventana.
Justo he tenido súper presente el tema de las Micro-valentías y lo importante que son, así que me propuse anotarlas para reconocerlas 🤍
Estoy amando leerte. Y qué emoción que te mudas!!!
Abner, creo realmente que no es casualidad que te viera en aquel curso, muchas gracias por estas palabras ❤️