Me leí un libro que se llama “la teoría de los archipiélagos” que se volvió de mis favoritos. Uno de los protagonistas es un chico que vive en un pequeño pueblo cerca de Madrid, pasa sus días cuidando flores, cultivando verduras, acostado bajo grandes arboles, bebiendo vino, leyendo y nadando en cascadas.
El otro protagonista viene de Madrid, un profesionista, un hombre que vive sintiendo que algo le falta. El le plantea la idea del MÁS, de querer más, hacer más, ir por más.
El otro esta en modo “¿necesito estar persiguiendo algo?… no puedes solo, estar?”
Eso se quedo conmigo muchos días. ¿Será verdad?, ¿nos da miedo habitar el suficiente?
Claro que ese chico es feliz entre flores y cascadas, claro que es difícil sentirte bien cuando todo a tu alrededor te hace sentir mal.
Pero entonces…
¿por que veo tanta gente rodeada de cosas que ellos mismos desearon y aun así, no fue ni es suficiente?, ¿por qué me paso a mi?
¿nos aterrará el suficiente?, ¿lo asociaremos con mediocridad?, ¿con muerte? he pensado que hacemos del cumplimiento de logros la META de vida que pensamos que si no estamos en ello, moriremos.
O quizá se debe a la neurosis en la que vivimos. O quizá que hemos hecho a la versión de nosotrxs que esta persiguiendo metas como nuestra identidad absoluta.
¿Quién seriamos si no hubiera nada que perseguir?
Este no es un texto para decirte que valores lo que tienes, dejes tus metas y te vayas a recoger mandarinas al bosque.
Este no es un texto para decirte que odies tu vida, que seas el ambicioso numero uno y no te detengas nunca hasta llegar a… la que sea que sea le meta
Tienes permiso de todo ¿sabes?
de no amar donde estas, de desear más, de saber en el fondo de ti que todo debería ser más hermoso, más autentico, más colorido.
Y de amar donde estás, de sentirte completo ya, de ver belleza en todo. De quizá habitar, aunque sea un rato el “suficiente”
Y de gozar donde estás mientras vas a donde sea que vayas. De no disociarte todo el camino y perderte de todo.
.
Yo he sido muy ambicioso y eso me ha traído mucha libertad. Pero si me aterra que nunca sea suficiente. Me aterra vivir con un vacío en la panza. Me aterra vivir persiguiendo el quien-sabe-que. Me aterra perderme los detalles. Me aterra ya no sentir el sol sobre mi piel y transportarme a mi vida en el Caribe. Me aterra ya no emocionarme cada vez que mi mango sabe delicioso. Me aterra ya no bailar como si nadie me viera. Me aterra ya no emocionarme por un libro nuevo. O por las patitas de mi perrita.
Y no quiero que la vida me haga valorar todo eso. Como esas historias cliché de “lo tenia todo, lo perdí todo y ahora valoro todo”
Siempre he soñado con estar en algún lugar tropical en casi pelotas, comer maracuyá fresco y perderme en un libro todo el día. Ese es mi ideal de suficiente. Sin perseguir, sin pensar en más, solo respirar profundo. Sería interesante conocerme ahí.
Ultimamente como experimento, dibujo sin un fin. Solo pinto y que salga lo que salga, no lo subo a ningún lado ni pongo un resultado en mente. Solo para conocer quien soy mientras creo. Solo crear.
¿te animas a explorar quien eres habitando el suficiente?
-Abner