Ayer en whatsapp con una amiga, salió la inevitable pregunta entre amiga y amigo gay.
“¿Qué se te hace más hot hoy en un chico?, ¿sabes lo que buscas?”
Más allá de mis respuestas estándar: una barba de tres días, tatuajes por el cuerpo o el opuesto completo, un chico de lentes, peinado correcto y aspecto tierno. Alguien divertido y que pueda seguirme el ritmo…
Me quedé pensando mi respuesta siendo quien soy hoy, tan cambiado de la última vez que me interesó alguien.
“Alguien que también sepa lo que busca”
Resulta que últimamente también he descubierto que si tengo muchas cosas claras: tengo claro quién soy, que me importa en esta vida y que quiero hacer con ella. Y por ende, se bien que clase de persona quiero que me acompañe. Y he descubierto que eso no le gusta a mucha gente.
sé que mucha gente vive pensando que está perdida. Yo veo hacia atrás y mi cruz siempre fue otra: siempre tuve tan claro mi corazón que el tener que pasar tanto tiempo sin poder seguirle, era mi perdición. Cuando sabes tan claramente quién y qué quiere ser y hacer en esta vida, cualquier otra dirección te apaga el corazón.
Volviendo al punto: me hottea alguien que represente eso. Alguien que también tenga claras sus cosas y que tenga el corazón abierto para enseñármelas y pedírmelas. Porque oh créeme que estoy dispuesto a darlas.
Y no hablo de alguien que tenga resuelta su existencia (en el fondo todos somos unos locos tratando dé vivir)
Hablo de que he pasado por gente insegura, gente tibia, gente que va y viene, gente que literal me han hecho saber que me desean con todo de si pero su corazón está “confundido”. Que “no saben lo que quieren”.
“No se bien lo que siento”
“Creo estoy muy enredado”
“Es que tú eres muy emocional”
“Es que yo no soy tan aventado”
“Es que tú sientes mucho”
Todo porque para mí era muy claro: me gustas. No me gustas. Quiero. No quiero. Esto va conmigo. Esto no va conmigo.
He hecho demasiado trabajo interno y Dios lo sabe para llegar a este punto, para poder verme nítidamente a mí mismo.
Porque tengo claro que el primer paso y quizá el más importante para vivir como quiero vivir es estar lo más cerca de mi núcleo.
Y claro, de lo otro en algún punto me lo tome como una indicación: No le escribas porque sabrá que estás MUY interesado, hay que confundirlo. Acepta la salida pero la siguiente no. Hay que tener un va y viene. Si te preguntan que buscas, diluye un poco tu respuesta, no la digas tan directa. Di algo como “oh no se solo quiero divertirme y pasarla bien”.
Al parecer esto no es hot hoy en día.
Siempre me he preguntado porque el amor pareciera que se les da más fácil a todos que a mí. Me he dicho a mí mismo “deberías soltar un poco”
Mis amigos que siempre me han impulsado a ser más “alivianado”
“Enróllate con alguien, no lo pienses tanto, acéptale el trago y ve, no seas tan complicado. Está bien que no te encante, se trata de divertirte y distraerte”
Hoy lo veo claro: no me hottea distraerme, mucho tiempo fui experto en distraerme porque poner atención y mirarme me dolía. Desarolle miles de mecanismos para dejar de poner atención. Y me costó muy caro. Hoy me interesa todo menos distraerme de mi.
Hoy me cayó como balde agua:
No soy complicado, es más, lo tengo MUY CLARO. Tan claro que les parece demasiado en un mundo donde la desconexión nos hace vivir en un perpetuo “no se que quiero de ti pero quiero algo de ti”
Complicado es algo que te cuesta entender, desenredar o descifrar. Definitivamente no soy eso. Yo estoy abierto, tan abierto que no voy con juegos, de una te diré lo que quiero, lo que puedo, lo que pongo y lo que pido. No guardo secretos, desde el primer minuto verás lo que soy. No te tendré con adivinanzas ni acertijos, no te pediré que leas mi mente, créeme que te haré saber lo que pasa por mi cabeza siempre.
Resulta que no soy complicado ni sobre pienso. Resulta que lo tengo muy claro, más que la mayoría. Se quien soy — aun en mis crisis, pérdidas y metamorfosis—, se lo que quiero y a donde voy. Se lo que me importa y lo que me lastima. Se lo que necesito de ti y lo que me compete a mí.
“Ay que intenso”
No Brandon, creo que es tan claro que te asusta y te gatillea porque tú no tienes claro nada. Te asusta ver todo tan 4K HD.
No sabes quién eres, que quieres, no sabes lo que das y pides, no sabes lo que necesitas ni te das permiso siquiera de necesitarlo. Tienes 25 y quieres seguir jugando a los a veces, porque tus papás no te abrazaron y ahora le temes al amor y al dolor. (Porfavor dime que tú también excusaste a alguien porque te contó que su abuelo murió cuando tenía 4 y ahora por eso no sabe que quiere del amor)
Lo entiendo, la confusión es una forma de protección. Abrir el corazón y dejar a otro entrar es aterrador. Pero no te voy a excusar porque tu pasado te hirió. Mi historia está llena de dolor y trauma y me he hecho cargo porque nadie tiene que pagar por mis heridas.
Creo que el mayor regalo de mi sanación ha sido la claridad. Tengo claro quién soy. Incluso cuando todo es confuso y me siento perdido y no logro ver mis bordes, se mi núcleo, se mi centro, y se como volver a él. Estoy demasiado en contacto e intimidad conmigo mismo, no tienes idea cuanto.
Me escucho; me siento, me valido, me cuido y me doy todo lo que necesito. Me entiendo, aún en mi desorden, me entiendo. Tengo este lenguaje conmigo que solo yo puedo entender, tengo este lugar conmigo al cual solo yo puedo llegar. Soy mi más íntimo amor.
Eso para mí es sensualidad: tener intimidad conmigo mismo.
Y estoy tan cerca de mi que tengo claro que clase de historia es a la que abriré mi corazón.
Una historia clara. Una que me haga Una historia donde es tan evidente quién eres y quién soy, que en lugar de descifrarte, puedo amarte y cuidarte.
Te puedo decir que sé bien que soy, mis contradicciones, mis tesoros y mis cicatrices. Y te las haré saber. Te diré en donde tocar con más cuidado, en donde ser más paciente y en donde requiero espacio.
Y eso espero de vuelta.
Eso me hottea.
Esa es mi clase de historia.
Ya no me parecen atractivos los juegos, las adivinanzas, los estira y aflojas. No me parece atractivo distraerme y jugar hasta que se me dé la gana descifrar.
Se bien quien soy y lo que quiero. Y me costó mucho, por eso no lo dejaré ir nunca más.
Creo que cambió mi pensar: el amor no me es complicado. Lo tengo claro, tan claro que asusta a quienes aún no se atreven a formular y definir su propio concepto de amor y sus propias necesidades.
Este texto es para todos los que nos llamaron complicados, intensos o aburridos. A los que nos han mirado raro porque no le aceptas la cena a quien sea y no bailas con cualquiera. A los que no buscamos distraernos, buscamos reconocernos y conectarnos.
Resulta que nosotros si lo tenemos claro.
— Abner
Resulta que nosotros si lo tenemos claro