Hoy le leí a sus ángeles a una amiga. Entre cartas y velas ella me dijo:
“Estoy cambiando tanto que no se ya quien soy”
“Qué mágico, quiere decir que por primera vez, tu materia prima no viene de tus creencias, puntos de vista y limitaciones del pasado. Felicidades.”
aaahhhh, la magia de lo que no sabemos
De lo no escrito
Lo no dicho
Lo no anticipado
Lo que no sabemos
Lo no imaginado siquiera
¿y si hoy no logras ver tu futuro es porque quizás, estas CREANDO algo desde cero? así como tu fuiste creadx. Sin ningún punto de partida, sin ningún punto de referencia, sin ninguna dirección prestada. Sin materias primas baratas y ajenas.
Solo tu, tu imaginación, tu intuición y abierto el corazón.
¿y si hoy no sabes lo que quieres quizá sea porque te estás transformando en alguien que nunca has sido?
La vida me ha enseñado — por no decir obligado— a enamorarme del misterio. Del vació. De lo no escrito. Del notengoputaidea. Vivo en una certeza-incertidumbre constate.
Mi certeza la he puesto en mi principalmente, certeza en mi intuición, certeza en mi corazón, certeza en mis valores, en mis habilidades, en lo que soy. No me da miedo cagarla porque siempre me sacó de ahí. El verdadero miedo nunca es a equivocarnos, es a equivocarnos y a no saber como manejarlo de eso. Ahí el truco. Yo confío en mi habilidad de des-cagarla siempre.
Mi certeza la he puesto en Dios-universo-vida-eltodo. En que la misma fuerza que hace a las flores florecer y a los océanos moverse y a mi cuerpo funcionar y mantiene todo pegado, también se ocupa de mi. — No lo uso como una forma de evadirme, al contrario. Mi fé no es para decir “pues Dios dirá” ¿Dios que?, ¿que va andar viviendo mi vida por mi? mi fe me da seguridad para anclarme más a la vida, para tomar el timón, para no ausentarme nunca, para ir más presente, sabiendo que siempre voy sostenido, más el camino es mio y sol mio —
Pero si, constantemente vivo en incertidumbre. ¿Cerrarán las redes sociales?, ¿a que me dedicaría?, ¿qué locura se me pegara mañana?, ¿a que cosa mi alma me empujará ahora?
Y es que soy un complice la verdad. Soy mi mayor complice.
Mi alma me dijo “hoy todo se va a la mierda, deja todo y múdate al Caribe” y lo hice.
Mi alma me dijo “ponte a escribir tu libro ya que un día cambiarás de giro laboral” y lo estoy haciendo.
Mi alma me dijo “bookea ese viaje a Paris y festejemos nuestro cumpleaños solos del otro lado del mundo” y lo hice hace unos días.
Mi alma me dijo “manda al corno a esta gente que solo te hiere” y así fue.
Ni vengo a romantizarlo (solo un poco), mi alma me ha dejado muchas veces vacío, en la nada, en lo blanco, con un lienzo virgen. Y ese es el regalo. Yo me prometí una vida autentica, y mi alma me jala de las orejas cuando me desvió. Me desarma y me dice “ni se te ocurra, recuerda, no uses materia prima ajena. No recicles, CREA”
Cuando alguien me pregunta como confiar en la incertidumbre y en el misterio solo pienso “'¿pues hay de otra?” si si, cuéntame.
Porque igual la vida va a pasar, con sus giros, sus frenos, sus aceleres y sus locuras. Porque yo igual voy a pasar. Porque nadie tenemos idea aunque nos gusta decirnos que si.
La incertidumbre ahí esta, a cada paso, la pregunta no ha sido como vencerla, sino como abrazarla. O la sufro o la amo. Por eso me he enamorado del misterio. Tuve que. Y se vive bien.
He tenido tantos momentos inciertos, el que se lleva la corona es cuando a los 18 mande todo al coño, me mude a la playa y empecé un negocio desde cero. En su momento hacia sentido, ahora veo hacia atrás y digo “estas demente” JA, si fue loco, de un día a otro me levante en otra ciudad, sin mi rutina escolar y trabajo haciendo café, sin mi gente, sin NADA. Solo yo.
Y aunque fue duro, fue mi mayor regalo. Descubrí quien era yo en el caos. La cague demasiado, aprendí demasiado, crecí demasiado. Aprendi quien soy cuando no habia identidad que sostener. Aprendí quien soy cuando nadie me dice que hacer, quien soy cuando nadie me dice a donde ir.
Sin mapas, sin coordenadas, solo mi corazón pulsando. Fue aterrador. Y hermoso. Y ese año me transformo por completo.
Te deseo un periodo de esos: de no tener puñetera idea. De quemar tus mapas, de dejar de mirar a los lados y al pasado, de dejar de pedir indicaciones. De dejar de buscar la certeza siempre y aferrarte con uñas dientes. De poder decir “no se”, “ni idea”. Qué estes tu y solo tu. Un periodo de reflexión para saber a donde vas, si realmente te interesa ir para allá y si es necesario: ajustar.
Cuestionarte todo. Deshacerte de lo que ya no se siente bien. Tomar el camino que más te asusta pero mas te enciende. Dejar tu orilla e ir más allá del azul claro, ir a lo oscuro, a lo profundo. Dejar de ver el horizonte y pensar “¿qué habrá allá?”
Ir por fin a través del mar
solo así sabes que estas creando algo nuevo, no reciclando lo antiguo.
—Abner