Ya esta llegando el otoño, ya se siente el cambio de estación, tanto adentro como afuera, ya se siente el cambio de aires, nuevos rituales, nuevos rumbos y nuevas verdades.
Ha pasado un tiempo desde que escribí carta, ¿cómo estas?, ¿cómo acabas septiembre?, ¿cómo eliges iniciar octubre?, ¿qué se queda en septiembre y hacia donde nos movemos en octubre?
Muchas preguntas, espero que tomes papel y pluma y le des rienda suelta a tu mano, corazón y cabeza.
Hay muchos ojos nuevos leyendo A healing letter, —ya casi 400— wow, aun recuerdo cuando mande la primera carta. Por cierto, por donde te suscribiste puedes leer todas las que he mandado, es como un libro. Si lo haces, por favor cuéntame, quiero saber tu nombre.
No sé porque pero no había sentido el pulso de escribir, hasta me preocupe, ¿será que ya no hay ganas de?… no, no era eso. Solo era un momento, era el cambio de estación, asi se siente septiembre ¿no?, sabemos que se acerca el fin de año pero no lo sentimos tan cercano para enserio tomarlo, y sabemos que ya estamos muy lejos de primevera y verano, y se siente como un limbo extraño. Septiembre de hecho fue un gran mes, extraño pero bueno, lleno de cambios, lleno de sesiones (abrí agenda de sesiones 1:1 después de meses de solo dar talleres y ha sido delicioso, si te vibra saber más pícale aquí) de reconciliaciones, de nuevos planes y nuevas versiones.
Un mes lleno de calma, mucho meditar, muchas cafés helados y garabatear, mucho ver Friends y respirar profundo, integrar lo vivido. Siento a Octubre como el inicio del final del año, últimos tres meses y no quiero meterte prisa o estrés, eso lo dejamos para otra vez. No es la intención venir a decirte que te pongas “pilas” y resuelvas tu vida en un día. Todo lo contrario, quiero compartirte las tres enseñanzas que me dejaron Agosto y Septiembre, que abrazarlas me ha dado más paz que cualquier té relajante.
Espero que te sirvan, te inspiren, te den claridad y te ayuden a que estos últimos tres meses los vivas como quieres, no como crees que debes o como te resignaste…
Menos es más:
Esta he de decir que fue un golpe a mi ego. Durante todo agosto entre tanto cambio y remolino, me encontre a mi mismo pensando todo el tiempo que más debía hacer, seguro algo me faltaba para salir de la revolcada. Me puse a hacer mil y un cosas y nada se sentía distinto. "Si hacer más y más cosas no esta cambiando nada, quizá la invitación es empezar por dejar en vez de sumar” escribí un día. Creo que a veces nos matamos la cabeza pensando en qué más cosas deberíamos de hacer para cambiar nuestra vida y sentirnos mejor, y creemos que esas cosas deben ser enormes. Me di cuenta que no necesariamente, a veces la vida no nos pide más, sino menos. Menos de lo que ya no da para más, menos de pensar que tendríamos que hacer más para merecer y lograr. Quizás muchas veces esa pregunta de “¿que más tengo que hacer o que más tiene que suceder para manifestar lo que sueño?” esta equivocada. Quizá hay temporadas que es lo menos lo más importante… quizá la pregunta no es “¿qué tiene que pasar para que lo que quiero pase?”, quizá la pregunta es QUE TIENE QUE DEJAR DE PASAR, que tengo que dejar de elegir, con que historias de mi tengo que dejar de identificar contar.
Muchas veces menos es más, muchas veces restar —personas, lugares, elecciones—es lo que acaba por sumar.
El plan B también esta bien
En este ultimo mes han pasado cosas en mi vida que llevaba rato manifestando, y pasaron más fácil, rápido y diferente de lo que alguna vez pensé. Pasaron con menos pasos de los que planee y de formas que nunca imagine. Pasaron — y están pasando— de formas que no formaban parte del plan A, de ese que aunque siempre digo que soy fan de vivir sin un plan, inconscientemente en mi mente formulaba. Y como alguien que se dedica a dar talleres de manifestación y casi siempre hace que la vida se vea como quiere, me ha tocado una nueva cara al manifestar: fluir y soltar.
Si, el universo siempre da, pero muchas veces se sale de tu plan, la meta es la misma, la ruta es distinta. Y toca fluir y aceptar o pelearse con la realidad. Y si te peleas con ella, seguro es batalla perdida. Así que mantengo mis sueños y anhelos pero sin planes certeros, con humildad de aceptar que quizá mis proyecciones del futuro no eran tan grandiosas, que quizá trazaba un futuro con lentes del pasado, y con fe abolsuta de que si me lo cambian, es porque hay un amor más grande que me tiene listas realidades más grandiosas. Y que si me propone un plan B, seguro es mejor del que yo planee. Uno sin tintes o filtros del pasado, uno que se apega a la versión de mi que quiero ser, imposible crear un nuevo futuro desde un yo pasado. Lo he vivido miles de veces, evidencia tengo de que así es. Así que sí, el plan B también esta bien. Universo, muestrame tu plan B.
Dejar ir es dejar llegar
En Agosto me despedí de alguien que fue cercanx a mí, sin entrar en detalles, pero era alguien que quise mucho y a la vez, siempre me dio un poco de mal vibresss. Pero elegí no hacerme caso, elegí ignorar mi corazonada y escuchar mi mente humana. Vaya error, que acabo en un acierto mejor. Aun me impresiona como la envidia puede consumir a alguien, y lo peor: uno mismo cegarse. En fin, estire tanto esa liga que acabo por reventar, aún cuando supe ya tiempo atrás que esa amistad no daba para más. Un error que como dije: termino en algo mejor. Minuto UNO que deje ir, todo comenzó a fluir, y cuando digo todo es t o d o. Que impresión, el impacto de una relación. Elige bien con quien conectar, de verdad. Cada vez entiendo más la importancia de elegir bien de quien nos rodeamos, pues en eso nos convertimos. Y si, también creo que de quien te rodeas te refleja, pero también creo que uno cambia y el reflejo ya no hace match, y es nuestro deber movernos de espejo, eso o quedarnos hasta que la imagen nos incomode que acabemos por tirarlo… mejor saber moverse a tiempo.
Deje ir y de pronto la vida empezó a fluir, nuevas amistades, nuevas invitaciones, coincidencia no es, deje ir algo que ocupaba espacio, así deje llegar lo que ya quería llegar pero no tenia lugar. Se lo hice. Le di un lugar, le dije “hey ven, aquí por fin esta”
Vaya que dejar ir es dejar llegar, odio admitir que es verdad, pero si decían la verdad. Créeme que hay mucho que ya quiere llegar, solo toca hacerle espacio y solito vendrá.
La vida siempre tiene mucho para dar.
Ultimos tres meses del año, te paso mis ultimas tres epifanias de este mes que se sintió como un año. Como te dije, no venia a presionarte, venia a —y espero haberlo logrado— darte paz y ojalá inspirarte a que vivamos estos últimos tres meses como cada uno lo quiera vivir, solo tu sabes tu trip y en que quieres andar. Yo estoy en modo fluir, en modo haciendo que las cosas pasen y permitiendo que pasen, y tomando muchos pumpkin spice latte´s.
Inicia Octubre, todo puede pasar, y todo lo puedes hacer pasar, no necesariamente haciendo más, sino haciendo menos de lo que crea más, sin aferrarse a un plan A, y si es necesario, dejando ir para dajar llegar.
Ok, queria cerrar con un verso poético que juntara los tres puntos principales de esta carta. Creo que lo logre, proud of me.
Te mando un abrazo a donde sea que estes, gracias por leerme cada vez.
— love, Abner
Ayer me dije 🤭 “Abner no ha mandado cartitas” gracias por escribir y compartir ❤️🔥