Café helado
Un viernes con prisa, una puerta, una cerradura averiada y una lección aprendida.
Bienvendixsssss al primer “café helado” una nueva… ¿columna?, ¿sección?, I don´t know. Dentro de A healing letter. ¿Por que un café helado?
Si me conoces, sabes que el café helado y yo tenemos una relación estrecha, es mi momento de pausa y de consciencia, es un momento breve pero que hace la diferencia siempre. Es donde solo o acompañado, siempre salen mis mejores ideas. Cuando estoy solo, tengo catch-ups de escritura, o solo me tiro a ver el cielo. Cuando estoy acompañado, de ley salen las mejores conversaciones. Mi mejor amiga y yo tenemos esta tradición de beber café helado, cantar alguna canción que nos mueva y contarnos algúna realización que en la semana hayamos tenido.
Las cartas son más largas, como si te escribiera a mano y la dejara en tu buzón. “Cafe helado” es como si nos tomáramos un café juntos, cuz we are like friends ❤️ Un café juntos pero no hay chismes, hay veintes… Ah! y alguna recomendación que te haré. Canción, libro, película, serie etc. Porque si eres mi amigo, verás que me obsesiono con cosas por temporadas, y te las recomendaré hasta que encuentre una nueva.
Empezamos!!! Ve por tu café.
REALIZACIÓN:
“Esta realidad es el candado, yo soy la llave”
Pum. Ese es un mantra que usan en access y me encanta. Y hasta antier lo viví en carne propia. Era viernes, yo con prisa, tenia que estar a las 6:30 en el lugar y a las 6:12 yo me terminaba de arreglar. Llego mi Uber, intento salir de mi casa y la puerta se traba. Atascada totalmente. La cerradura ya había estado fallando y yo no lo había atendido, frente a mí estaba la consecuencia. Le moví, intente con cada llave, con fuerza bruta, con jalones y empujones. Nada funcionaba y para ese momento, mi Uber se había ido y yo ya estaba desesperado. Intente jalar con todas mis fuerzas, tirar la perilla con un artefacto de nombre desconocido por mi que encontré en la caja de herramientas. Nada. Para ese momento ya estaba meditando salirme por la única ventana sin rejas, que esta en el segundo piso. Quizá me torcería un tobillo, pero para ese momento no veía otra opción.
Respire profundo para relejarme antes de hacer una impulsividad, “usa tu creatividad” pensaba. Decidí usar la llave una vez más, solo que introduciéndola en otro ángulo, y como por arte de magia la puerta se abrió sin disimulo. El nuevo Uber me esperaba y me subí corriendo, adentro cuando recupere el aliento, me cayo un pensamiento. “Solo tenias que mover la llave de otra forma, no casi tirar la puerta”
Comencé a reírme de lo idiota que me sentía. Fui por herramienta y artefacto, cuando la llave siempre estuve en mi mano. Literalmente. En mi desespero, casi que tiro la puerta, cuando me calme y respire, la abrí con una pequeña maña. Me quede pensando en cuántas veces nuestros “problemas” son como esa puerta, lo que llamamos imposibilidad o barrera, no es más que una vieja puerta. Y estamos tan desesperados de no poderla abrir o tirar, que se nos olvida retroceder a pensar. Pensar en otra forma, que si no es la llave de siempre o tirarla por completo, debe haber otro modo. Y como en mi caso, solo había que mover de ángulo la llave. Si, la puerta sí estaba defectuosa (ya fueron a cambiarla), pero no era la gran cosa.
Cuantas veces en la vida nos creemos encerrados y sin camino, que el destino ya te cerro el camino. Pero ¿qué si no?, que sí ni encerrado ni atorado, solo estas aferrado. Aferrado a que la puerta se abra como crees que tiene que, a que la llave de siempre funcione en el modo de siempre. Pero viejas maneras no abren nuevas puertas. A veces toca girar e introducir la llave de otra forma, o quizá tirar la perilla, o en algunos casos patear la puerta. Pero nunca estás tan encerrado como crees que lo estas, porque las llaves y tus manos ahí están.
Porque siempre viene bien recordar que esta realidad, compuesta de tus juicios, creencias, posibles e imposibles, proyecciones y deberías, secretos y mascarás, conclusiones y cerraduras, son el candado que nosotros mismos pusimos, pulido a partir del acero que otros nos dieron, de lo que nos enseñaron e inculcaron. No somos responsables de la educación y programación que nos dieron, pero sí somos responsables de cuestionarlo y cambiarlo.
Y de ese candado, nosotros ser la llave. Para cada imposible, ser nuestro posible, para cada “no” ser nuestro “si”, para cada “tengo” y debería, ser nuestra libertad creativa. Para cada pensamiento de no merecer, ser el amor que siempre esperamos tener. Para cada lágrima y miedo, ser nuestra palabra de aliento. Para cada conclusión que niega nuestra libertad, ser nuestra pregunta que abre un portal.
RECOMENDACIÓN:
Una canción que siempre siempre me llena de inspiración. Me recuerda a una época donde después de sentirme muy perdido, comencé a ver la luz de un nuevo yo, después de que me rompieron el corazón. Hay un verso que dice: “tengo pendiente empezar a quererme, y dejar de pensar con quién vas a dormir” Nada más atinado.
La suelo cantar a todo pulmón en el coche con mi mejor amiga, cuando voy viendo las luces de la ciudad y atesoro cada uno de esos momentos en la eternidad. Espero la incluyas en tu playlist y te anime los días como a mí. Debo decirte que cuando entre a YouTube a copiar el link de la canción, tenia 7,222 vistas. Numero mágico. ✨
Te mando un abrazo, se acabo el café. Ten un hermoso domingo, que descanses y recargues, para la semana que inicia sea la mejor semana que has tenido hasta ahora. Nos leemos pronto.
Love, Abner
💕💕💕